No sabe uno si Reir o Llorar

Un profesor de la Universidad nos decía que uno aprendía más en la Cafetería que en las aulas de clase, y en aplicación de este acertado planteamiento, teníamos por costumbre reunirnos en tertulias sin fin, en las cafeterías de la facultad o de sus alrededores a plantearnos algunos casos jurídicos, a veces reales, a veces hipotéticos, y realmente las discusiones resultaban en la mayoría de los casos, sumamente productivas.

Así, algún día yo planteé a mis compañeros, una pregunta sobre un caso hipotético, que se me ocurrió a raíz de una sentencia de la corte constitucional que hablaba de la constitucionalidad de un artículo del Código penal que atenuaba la responsabilidad en el aborto de un embarazo producto de una violación o de inseminación artificial no consentida*, y la pregunta era, qué pasaba en el caso en que una mujer tenga relaciones sexuales abusivas con un hombre, sin el consentimiento de éste y producto de esto se produjera un embarazo que decide llevar a término?, la pregunta iba encaminada concretamente a determinar si es posible exigir a este padre una paternidad responsable y sus consecuentes obligaciones económicas, o si podría uno escudarse en la violación para desconocer esos derechos, que entre otras cosas no serían de la madre sino del menor.

El cuento viene a que, acabo de encontrarme en la cartelera de una fotocopiadora, un recorte de periódico con la noticia de un niño de 12 años que ha sido obligado a pagar una cuota alimentaria, y ahí se hace realidad mi caso hipotético, y la respuesta judicial que se le ha dado a este caso es la defensa de los derechos del hijo.

Que caso más complejo este, y más difícil de resolver, aquí es donde uno se da cuenta que la justicia implica un ejercicio racional complicadísimo, y aunque la gente ha criticado duramente al juez que tuvo que tomar esta decisión, y personalmente no estoy de acuerdo con ella, tengo que decir que yo lo entiendo, y que tengo muy claro que juridicamente hablando, probablemente hubiera sido mucho peor para él tomar una decisión en sentido contrario.

Finalmente aclaro que el título de este post se refiere simplemente a que cuando yo le proponía este caso a mis compañeros de universidad, se burlaban de mi diciendo que eso no era probable, y que no podía pasar, así que por muy triste que se me hace la historia, confieso que me reí mucho cuando lo leí, y que no me aguanté las ganas de mandarle la nota por mail a mis hoy colegas, con un: se los dije!!!! ja ja ja

* Obviamente la sentencia a la que me refiero es anterior a la sentencia reciente que despenalizó el aborto en los casos citados.