Historias de Terremoto
Como es de público conocimiento, estas hermosas tierras cafeteras que en la actualiad habito, fueron sacudidas por un fuerte terremoto el 25 de enero de 1999, por esta razón ante la catástrofe sufrida recientemente por algunas poblaciones del Perú, las anécdotas de esta época han surgido como tema fundamental de conversación en los últimos días.
En mi caso particular, para esa época ya mis papás vivían aquí y yo venía a pasar vacaciones al finalizar cada semestre, de tal suerte que ese día yo me encontraba en esta ciudad, pero regresé a Bogotá en el vuelo de las 7:30 am, así que afortunadamente no tuve que soportar el terremoto, pero si sufrí lo que no se imaginan tratando de conocer la suerte de mis familiares (que son como 100 y todos viven aquí), las cosas salieron bien y ninguno de los mios fue víctima del terremoto, por lo menos en lo que a sus condiciones físicas se refiere, ya que varios perdieron sus viviendas.
Pasados 3 o 4 días, y gracias a un militar amigo de mis padres, un avión de carga los llevó para Bogotá, al menos a mis papás, mi hermano y algunos de mis primos, y estuvieron allí conmigo durante más o menos 2 meses, mientras las cosas volvían a su curso, así no tuvieron que soportar las fuertes olas de vandalismo que azotaron la ciudad en los días posteriores, y que según cuentan quienes las vivieron eran aún peores que las sacudidas de la tierra.
Sin embargo, aún con toda la tristeza que trae para la gente de estos lares recordar estas tristes historias, todavía encuentra uno anécdotas graciosas como la que me contó el señor de la fotocopiadora: resulta que él vivía con su esposa en un edificio ubicado a media cuadra de la estación de bomberos (la misma que colapsó durante el terremoto), él según me cuenta, adoraba vivir allí ya que le quedaba muy cerca al trabajo y el sector era altamente comercial, tenían cerca el supermercado, un buen acceso al transporte público, cerca al colegio de los niños y otras ventajas. Pero como nada es perfecto, unos días antes del terremoto, se mudó al primer piso de este edificio, por pura casualidad dice él, una mujer con la que él había tenido un affair años atrás, y por supuesto su esposa le exigió que se cambiaran de casa inmediatamente, a lo que él le contestó la noche antes del terremoto: "De aquí no me saca sino un terrremoto" y efectivamente lo sacó, el edificio no colapsó pero fue declarado inhabitable y posteriormente lo derribaron.
P.D. La fiestica de Cacerola fue todo un éxito, lo que no les conté es que era una sorpresita para ella, la pasamos super rico, muchas gracias por las felicitaciones, ayer le mosté los comentarios, les manda muchas saludes.
Etiquetas: Anécdotas
3 Comentarios:
Yo he sentido temblores muy fuertes y no es nada agrdable . . . no me imagino lo que se siente en un terremoto.
Pero y solo saludos de carola ??? ni siquiera ponque !!!!
Esa historia esta chistosisima... yo creo que el senor penso que la proxima vez tenia que medir mejor sus palabras...
Felicitaciones para Cacerola...
Cada tragedia viene con su chiste. Por eso la vida es una tragicomedia, no?
Saludos!!!
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