Oscar Wilde

Hace ya como dos meses, JuanMa el Ingeniero publicó un post donde compartía algunas notas que había tomado de las lecturas de su escritor favorito J.R. Tolkien, pues bien, esa lectura me inspiró a hacer un post parecido pero con mi escritor favorito y una vez reconocidos los merecidos créditos, ahí voy….

Conocí a Oscar Wilde a los 15 años, cuando mi papá me regaló la novela El Retrato de Dorian Grey, la cual me devoré en tan sólo dos días, y desde entonces se ha convertido en mi escritor favorito, entre otras cosas por la agudeza de sus apreciaciones, el carácter que le imprime a sus personajes, la crudeza de sus historias y su innegable riqueza narrativa.

A manera de introducción biográfica, les cuento que el nombre completo de éste sujeto era Oscar Fingal O´Flahertie Willls Wilde y que nació en Dublín (Irlanda) en 1854, su mamá era una artista innata, era escritora, poetisa y trabajaba en un café haciendo recitales con sus obras. Esta querida señora deseaba profundamente tener una hija, por esta razón durante sus primeros años de vida, Oscar Wilde fue vestido con ropajes de mujer (como excéntrica la señora, no?). Más grandecito contrajo matrimonio con Constante Lloyd, una nena que tenía dinero a montón, pues era hija de un abogado irlandés muy rico él, y con ella tuvo 2 hijos, uno de ellos fue también escritor y publicó unos libros, ni la mitad de buenos, a mi juicio. Cuando tenía 41 años fue acusado de sodomía por el marqués de Queensberry, ya que no se le ocurrió otra cosa que levantarse al hijo del Marqués, en ese proceso fue declarado culpable y fue condenado a dos años de prisión y trabajos forzados en la Cárcel de Reading, producto de este escándalo perdió a su familia, su dinero y su prestigio social, así que cuando salió de la cárcel no le quedó de otra que vivir bajo un seudónimo (Sebastián Melmoth) en París, hasta que un día en 1900 se lo llevó una meningitis cerebral. En la actualidad le sobrevive su nieto Merlin Holland que ha publicado dos libros biográficos de su abuelo, uno en fotografías y el otro es una compilación de sus cartas.

Cuando yo tenia 17 años, me encontré un día en una librería que quedaba en el centro Comercial Granahorrar con un ejemplar de las Obras Completas de Oscar Wilde, para la fecha yo ya había leído todo lo que de él se podía conseguir en el mercado, así que entré, lo hojeé y me enamoré, me costó una quincena de lo que para esa época me ganaba trabajando en un almacén en Galerías como auxiliar contable, pero no me arrepiento ni un poquito de haberle invertido el dinerito, es una de mis posesiones más preciadas.

Desde muy pequeña he tenido la costumbre de escribir en agendas (a la fecha son 7), las frases que me impactan de los libros que leo, aquellas que aún fuera de su contexto original son valiosísimas, bien sea por acertadas, por graciosas, o por revelar verdades innegables, pero para la lectura de las obras completas de Wilde dediqué una agenda completa, donde exclusivamente se encuentran citas de este autor, pues bien, las conté y son más de setecientas, me costó trabajo pero seleccioné tan sólo 40, que compartiré hoy con ustedes a riesgo de convertir esto en un post insufrible, pero igual espero que se aguanten, las lean y las disfruten.

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.

Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas

La educación es algo admirable, sin embargo es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar.

La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores

Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable.

La diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída.

A veces pienso que Dios creando al hombre sobreestimó un poco su habilidad.

Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que debo estar equivocado.

Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.

Es peligroso escuchar. Se corre el riesgo de que le convenzan; y un hombre que permite que le convenzan con una razón, es un ser absolutamente irracional.

Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios los discursos.

Después de todo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.

Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor.

Una sociedad se embrutece más con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos.

Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad.

La vida es simplemente un mal cuarto de hora formado por momentos exquisitos.

La única diferencia entre los santos y los pecadores es que los santos tuvieron su pasado y los pecadores tienen su futuro.

El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia

Las religiones mueren cuando se ha probado la verdad de ellas. La ciencia es el registro de religiones muertas.

Los poetas inferiores viven la poesía que no pueden escribir. Los verdaderos poetas escriben la poesía que no se atreven a realizar.

Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.

Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su inteligencia

La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho dura un poco más de tiempo.

Los hombres casados son horriblemente aburridos cuando son buenos maridos, e insoportablemente presumidos cuando no lo son.

Ser natural es la más difícil de las poses.

Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama.

Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.

Hay pecados cuya fascinación está más en el recuerdo que en la comisión de ellos.

Cada hombre mata lo que ama, que todos oigan esto: unos lo hacen con mirada torva, otros con la palabra halagadora; el cobarde lo hace con un beso, el valiente con una espada.

Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.

El único encanto del pasado consiste en que ya pasó.

La gente enseña para disimular su ignorancia, al igual que sonríe para ocultar sus lágrimas.

Un fracaso en el amor es para el hombre, como una misión cumplida. Los corazones están hechos para ser rotos.

Hay dos tipos de mujeres: las feas y las que se maquillan.

Pesimista es aquel que cuando puede escoger entre dos males, elige ambos

Los hombres se preocupan por ser el primer amor de una mujer, las mujeres prefieren ser el último amor de un hombre.

El Hombre debería decir siempre mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice.

El único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda y que nos acompaña hasta la tumba, es el amor propio.

Los hombres interesantes son los que tienen un futuro. Las mujeres interesantes, las que tienen un pasado.

La maldad es un mito que inventaron los buenos, para explicar los delicados encantos de otras personas.

En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.

Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere de una naturaleza delicadísima.

Bibliografía. Wilde Oscar. Obras Completas. Editorial Aguilar. Madrid 1987. 1319p.