Nombres
En su tradicional postre de notas de hoy el columnista Daniel Samper Pizano hace referencia a los nombres, y a la preocupante tendencia de poner unos cada vez más atípicos e impronunciables, a raíz de un estudio de la Universidad de los Andes que indica que las personas con nombres atípicos ganan 15% menos que aquellas que tienen nombres más convencionales.
Yo pienso que elegir un nombre para un hijo es una tarea complicada y delicada, el nombre es aquella palabra que nos va a identificar ante el mundo durante toda nuestra vida, y paradojicamente no tenemos la potestad de elegirlo, pero si la responsabilidad de elegir uno para nuestros hijos, en mi caso fue una tarea que tomó varios meses y que discutimos ampliamente entre mi esposo y yo y posteriormente con nuestra familia.
Una cosa curiosa que ocurre en mi familia es que todos tenemos nombre único, nada de nombres compuestos, y ese fue el primer tropiezo que tuvimos a la hora de elegir un nombre para Carol porque su papá pensaba en un nombre compuesto y yo estaba en total desacuerdo, me parece que toda la gente usa un solo nombre, y entonces para qué le ponen dos?, además conozco más de un caso de personas con nombre compuesto que se avergüenzan de su nombre oculto, de ese que casi nadie conoce, así que felices vivimos con nuestros nombres únicos, y quise lo mismo para mi hija.
Existen alternativas jurídicas que nos permiten cambiar nuestro nombre y el de nuestros hijos cuando no estamos conformes con ellos, pero en algunas ocasiones estas resultan infructuosas como en estos ejemplos:
*Teníamos en Bogotá un vecinito que se llamaba Educardo, cuando Educardo tuvo 9 años decidió cambiarse el nombre y tras largas conversaciones logró que sus padres lo apoyaran y así su nombre fue cambiado en el registro civil por Juan Andrés, a pesar de eso vecinos, familiares, amigos, compañeros de colegio e incluso profesores continuaron llamándolo Educardo al punto que tuvo finalmente que cambiarse de casa y de colegio, en busca de una nueva vida, una en donde todo el mundo lo conociera como Juan Andrés.
*Unos primos lejanos nuestros (que originalmente son primos de mi mamá), y que además viven muy lejos de nosotros, vinieron de visita con su hijita de tan solo 6 meses, a la que habían bautizado con el nombre de Ginsy Michell (no tengo ni idea de como se escribe eso), y recibieron fuertes críticas de parte de toda la familia, como tres meses después de haber regresado a su casa, nos avisaron que debido a las críticas recibidas habían decidido cambiar el nombre de su hija: le pusieron Ginsy Paola. Es en serio, ahora la niña debe tener 10 años y yo creo que todo el mundo la conocerá como Paola.
Pero eso no es todo, si bien es importante fijarse en que el nombre pueda pronunciarse y escribirse sin necesidad de un curso avanzado de idiomas, uno también tiene que pensar en cómo suena el nombre de los hijos con los apellidos de uno, así si usted es de apellido Casas no va a ponerle a su hijo Armando, y si es de apellido Correa no pondrá a su hija Mónica, pero aún más allá de eso, mucho cuidado con las ironías, si uno tiene una hija negra, no puede ponerle por nombre Blanca, o como le pasa a una amiga mía, muy querida, muy buena gente, muy inteligente pero poco agraciada, que le pusieron Linda de pura ironía (ja ja ja, aclaro que su belleza interna es envidiable y que eso de la ironía son palabras de ella).
Esto me hace acordar que hace poco una persona me dijo que yo no tenía cara de Alicia, me dio mucha risa porque nunca nadie me había dicho eso, y porque a mi nunca me ha dado la sensación de que una persona tenga o no tenga cara del nombre que tiene, pero en fin, creo que si usted es de esas personas que perciben un vínculo entre los nombres y los rostros, deberá tener en cuenta ese aspecto también, a la hora de elegir un nombre para sus hijos.
Finalmente, creo que lo más importante es ponerse en el lugar de los niños, ellos no tienen la culpa de que su abuelo se haya llamado Gratiniano o su abuela Guillermina, mucho menos tienen la culpa de que usted se llame Yorshmai o algo por el estilo, así que no tiene sentido que tome venganza con ellos, póngase en su lugar, si usted está conforme con su nombre haga que su hijo también lo esté y si por el contrario no le gustó el que le pusieron no cometa el mismo error con su criatura, así seguramente lograremos tener una generación futura con nombres menos atípicos.
Etiquetas: Reflexiones
4 Comentarios:
Yo soy partidario de los nombres de una sola palabra, cortos y significativos. Y ojalá conocidos pero no muy populares. Yo tengo claro los nombres de mis hijos, si me dejan y si tengo ;)
Pues cada vez que mis tios iban a tener un bebe yo si les decia que no fueran a amargarle la vida a esos pobre niños, fue tanta la montadera que mis primos tienen nombres decentes (les salve el futuro).
El caso con mi herma es caso aparte . . .
Y de los apellidos . . . yo tengo una buena amiga de apellido Niño y pendejeando pensamos en casarnos y tener niños . . .
Apellidos: Largo Niño . . .
Uyyyy no aguanta !!
Pero tambíén esta la historia de mi primo que es Calvo Largo . . . pero pues ni modo !
El nombre de tu hija me fascina, creeme que ha entrado a la lista de los posibles nombres de una posible nena mia.
Lo de los nombres... yo creo que mis papas me pusieron a mi el nombre mas largo (Maria Fernanda) y como se dieron cuenta que se demoraban mucho al reganharme decidieron ser practicos, decirme Nana y ponerle a mis hermanitas uno solo nombre... a cada una, no a las dos al tiempo!!!
:oP
ese tema lo tuve con una novia hace 10 annos, en el supuesto que tuvieramos un hijo, se llamaria MATEO, pero no se por que todo el mundo relaciona ese nombre con un perro labrador.
ahora viviendo afuera me doy cuenta la importancia del nombre, por ejemplo, aqui yo tengo que decir que me llamo ricaaardo, con enfasis en la A. es decir, tengo que decir la A mas tiempo...
mi segundo nombre, de acuerdo, no lo usamos, ni mi hermano ni yo.
la historia, saldria para un post, pero la resumo, el se llama originalmente Raul Alberto, y yo Ricardo Antonio, el cura se equivoco y nos puso a los dos Alberto, so, Ricardo Alberto y Raul Alberto. afortunadamene nos empezaron a llamar raul y ricardo, de lo contrario, ademas de gemelos, que nos llamaran por el mismo nombre... no.. no aguanta.
mmmmm
voy a postear eso....
gracias por la idea.
Besos.
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