La Negra

Hace ya más de un año, una colega amiga nuestra, que de paso es Boyacense, tuvo a bien invitarnos a una comida en su casa, con el objetivo de presentarnos una amiga suya que había venido por unos días de Tunja a un seminario. Conocimos la señora muy amable, que resultó ser una funcionaria de la alcaldía de Tunja y nos estuvo contando acerca de un festival de la cultura que organizan anualmente en esa ciudad, para el año pasado la invitada de honor era MERCEDES SOSA.

Mis compañeros de oficina y yo, gustamos de ese tipo de música que llaman "social" y que la gente en su mayoría confunde con "mamertismo"; pues no somos mamertos y no nos da verguenza (les quedo debiendo la diéresis) cargar entre el carro cd´s de Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés... etc. Así que nos interesamos mucho en la información que la señora nos suministró y arreglamos el viaje a Tunja.

Cada boleta valía la muy módica suma de $40.000.oo, el concierto fue en un Coliseo cerrado, pequeñito, de tal suerte que desde cualquier asiento tenías una vista agradable del escenario y por supuesto de la protagonista, igual había una pantalla que amplificaba el rostro de Mercedes Sosa... estuvimos durante todo el viaje escuchando la música de ella y haciendo predicciones sobre el repertorio del concierto, en algún punto dijimos todos que si cantaba Alfonsina y el Mar hasta llorábamos, y en efecto: la cantó y lloramos.

Tengo que decir que mi impresión de Mercedes Sosa, con la distancia que podía separarnos en aquel coliseo, fue la de una mujer llenísima de energía, parecía como una gran abuelita de todo el público, daban ganas de abrazarla, la fuerza de su voz, la profundidad de sus miradas, la ternura de su sonrisa... fue realmente emocionante.

Se fue, como todos tenemos que irnos un día, pero dejó en quienes la admiramos y disfrutamos de su talento un recuerdo hermoso y montones de grabaciones que harán que su memoria perdure, seguramente por muchos años.

Paz en su tumba.