Integración Laboral

Para mi siempre ha sido un real reto asistir a las actividades de integración laboral, en todos los ambientes laborales que he tenido, particularmente porque me cuesta trabajo entablar relaciones fraternales con mis compañeros de trabajo y siempre me ha parecido que éstas deben ser cordiales y con eso ya está, pero ese plancito de permitir que la secretaria se meta en la vida de uno y la comente con el resto del personal si me parece un poquito maluco. Por estas razones he huído diplomaticamente de este tipo de encuentros desde que empecé a trabajar hace ya como 10 años, pero en esta ocasión se me complicó la cosa porque la oficina principal me envió un dinerito para hacer una cena de fin de año con la gente de la agencia, como quiera que en este pequeño terruño hago las veces de jefe, la organización de este evento recae enteramente sobre mis hombros, así que será difícil sacarle el cuerpo.

El panorama es el siguiente: tengo a mi cargo 4 gestoras (todas mujeres) cuyo rango de edad es de 18 a 22 años, la que más tiempo lleva trabajando conmigo cumple 2 años en marzo próximo, las tres restantes entraron en septiembre, no nos conocemos mucho, no creo que tengamos muchas cosas en común y no tengo ni idea de que hablarles durante la cena, porque lo único que se me ocurre tiene que ver con trabajo y esa no es la idea(o si? será que por eso las llaman integraciones laborales?), en fin, siempre hemos tenido una relación laboral cordial y amable, pero todo dentro de las formalidades que supone el hecho de que yo esté a cargo de la oficina, sea mayor que todas ellas, venga de otra ciudad y sea la única profesional. Confieso que me da un poquito de pánico escénico que me saquen de mi territorio, pero es mi intención que pasemos un rato agradable, lo cierto es que las niñas me caen bien y me parecen buenas trabajadoras, después de todo yo no podría hacerlo todo sola y ellas han sido un buen apoyo y tienen gran responsabilidad en el hecho de que la oficina funcione bien.

He decidido invitarlas a comer en una parrilla - bar que queda a unas pocas cuadras de la oficina, la idea será comer, entregarles unos regalitos que envió la principal en Bogotá para todas, y para romper el hielo voy a dejar para mañana en la noche la noticia de que los jefes autorizaron darles libre toda la semana que viene, un descanso con el que ellas no contaban. Espero de verdad que todo funcione, que la idea las entusiasme y que vayan todas.

APUNTE ADICIONAL: Mis tíos suelen decir que todos queremos ser tan bonitos como nuestras mamás creen que somos, tener tantas mozas (os) como nuestras parejas creen y tanta plata como nuestros hijos creen que tenemos, leyendo la carta que le escribió mi hija al niño Dios comprobé que esta última es tan cierta como las anteriores.