Libertad de Prensa Vs Derecho al Buen Nombre
Tamaño debate se ha armado con la decisión de un Juez barranquillero de prohibir al Heraldo la publicación de unos artículos tendientes a denunciar un fenómeno de corrupción en una empresa que se dedica al recaudo de impuestos territoriales.
Mientras todo el mundo condena gravemente esta providencia judicial, como un atentado contra la libertad de prensa y el derecho colectivo a la información veraz y oportuna, a mi me resulta imposible aguantarme las ganas de hacer de abogada del diablo, así que, sin conocer mucho sobre el tema (faltaría leer el expediente para tener suficientes elementos de juicio) me aventuro a defender desde este espacio, la posición del funcionario judicial.
El buen nombre de las personas, constituye un importante atributo de la personalidad, que tiene gran impacto en el entorno social, comercial, laboral y familiar, hacerse a un "buen nombre" en principio puede resultar sencillo, pero rehacerlo después de que éste se ha visto inmerso en un escándalo, es una misión imposible. La opinión pública, que es en últimas, quien administra el "buen nombre" resulta altamente influenciada por los medios de comunicación, y generalmente resulta ser un juez implacable e ilógico, de tal suerte que una vez una persona (natural o jurídica) se ve acusada por un medio de comunicación de mediana difusión, la consecuencia inmediata es la condena del público en general, condena ésta que se caracteriza por ser de única instancia y hacer tránsito inmediato a cosa juzgada, de manera que, si con posterioridad el funcionario competente encuentra que la evidencia es insuficiente y la justicia en consecuencia absuelve al implicado, la temida opinión pública seguirá teniéndolo por culpable y al funcionario por corrupto.
Así las cosas considero que, de encontrar como funcionario judicial, que un reporte periodístico se base más en especulaciones que en indicios claros y directos, y que potencialmente puede arruinar irremediablemente el buen nombre de una persona, también acudiría a la censura.
Etiquetas: Leguleyadas
1 Comentarios:
hablamsio de la costa ... es muy difícil saber quien es el pícaro. PEro estoy seguro que hay uno.
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