A Veces es Bueno

Hace cinco meses terminé con mi novio, con el que llevaba ya tres años de una relación perfecta, muy sana, basada en la confianza mutua y en el profundo cariño que nos teníamos. Las circunstancias de nuestra ruptura nunca estuvieron claras para mi, simplemente de un momento a otro él dejó de contestar mis llamadas y después de algunos intentos fallidos decidí esperar a que me buscara y me aclarara las cosas.
15 días después recibí una llamada suya donde lo único que me dijo fue que estaba "enredado" que tenía problemas y que no quería que me enterara de lo que le pasaba, por lo menos no en ese momento. Esperé pacientemente durante algún tiempo sin recibir respuesta alguna, pasados dos meses concluí que era mejor olvidarme de ese asunto. Durante todo este tiempo he recibido algunas llamadas ocasionales suyas donde insiste en tener algo que decirme pero que no me lo va a decir por teléfono y ultimamente preferí no tocar más ese tema y hablarle de otras cosas.

Ayer, recibí una visita suya, no voy a negar que me dio gusto verlo por aquí, saber que se pegó el viaje para verme y oírlo decir todas esas cosas que me moría por escuchar desde hace cinco meses, me llenó de alegría. Finalmente tuvimos la conversación tan esperada y por fin se atrevió a confesarme el motivo de todo este enredo.

Lo cierto es que yo no apruebo sus razones, para mi no se trata de un "problema" sino de una circunstancia, hay cosas que nos pasan en la vida por razones que desconocemos y frente a las cuales lo único que podemos hacer es adaptarnos porque no hay posibilidad de cambiarlas, yo puedo entender que él se sienta un poco desubicado, que su vida haya cambiado del cielo a la tierra, pero no puedo justificar su actitud conmigo, no puedo entender porque no me lo dijo desde el principio y decidió dejarme al margen sin ninguna explicación. Lo que tengo más claro es que todo lo que en la vida hacemos o dejamos de hacer trae consecuencias, y visiblemente la consecuencia de sus actos es que nuestra relación se acabó de forma definitiva.

Hoy, después de digerir un poco la información recibida, no puedo evitar sentir un odio profundo contra él, creo que es la persona más egoísta, inmadura e imbécil que he conocido en mi vida, no puedo tolerar el hecho de que se atreva a mirarme a la cara y decirme "ahora que te tengo en frente entiendo que todo habría sido más fácil si te lo hubiera contado desde el principio, hubiera contado contigo y no me habría enfrentado solo a todo esto", como para qué me lo dice ahora?, qué le hace pensar que yo lo habría esperado toda la vida?, qué se cree este hombre para jugar con mis sentimientos? y dónde quedó el respeto?.

De otro lado, siento que todo esto me ha hecho entender que por fin ese capítulo está cerrado, que no hay una posibilidad real de que volvamos a tener lo que una vez tuvimos, que definitivamente yo ya no puedo amarlo de la misma manera, que mucha agua ha corrido debajo del puente y que todo este tiempo más que extrañarlo a él he estado extrañando un montón de recuerdos que aunque son muy bonitos, no dejan de ser solamente eso: recuerdos. Me siento por fin liberada de la ansiedad que me producía oírlo y pensar en reencontrarnos. Yo sé que mi naturaleza me impide odiarlo por mucho tiempo, tengo muy claro que está ira se me pasará en 2 o 3 días, básicamente porque no me siento bien con esto y tendré que dejarlo atrás, pero la conclusión más evidente de todo este proceso es que a veces es bueno y muy sano odiar, aunque sea momentáneamente, a alguien que se ha querido tanto, porque nos ayuda a limpiarnos por dentro y a sacar todos esos pequeños carboncitos encendidos que nos dejan este tipo de experiencias.

Soundtrack: Una sonrisa al atardecer - Akash